*
hojas ocres del damasco
sacudidas por el viento
empiezo el día
sin mirar al suelo
lo que duele
también cae
*
caricia lunar
el negativo de las cosas
sobre la tierra áspera
empujada por la sed
una flauta se asoma
en la casa vacía
*
en el teléfono
voces que pueden ser nuestras
nos inundan
dos piraguas
girando
a la deriva
por diferentes brazos
del mismo río
*
“recuerde”
dice en la puerta
“la salud
empieza por los pies”
será por eso
que se arrastran
cuesta arriba
como peces volviendo
volando
en una ventana
enfermos pacientes
miran el zócalo
el techo
o una pared descascarada
afuera hay sol
“de diez a doce
salud mental”
al final del pasillo
un perro blanco
que nadie ve
*
cinco manzanas quemadas
en una olla de acero
una rugosidad opaca
llena la casa de humo
virulana y odex
contra la erupción negra
asedio inútil
del brillo perdido
el puño
se cierra bajo el agua
*
los fideos por hervir
la sal gruesa en la mano
algo se desgarra
las voces que se ahogan
renacen
a la furia de un silencio
*
desde que pasaste por aquí
el sol cambió de ventana
tus ecos recorren el jardín
una luz más lenta
los mantiene a flote
las nubes
no dejan huellas
remontan la corriente
así florece todo
sobre la tierra cuarteada
*
Los ojos cerrados
para no ver la pared.
Si cerraras los tuyos
tampoco la verías.
Escarbar
en lugar de escribir
es caber en la mano vacía
Llegar hasta las violetas
pide más que una mirada
Más para leer en pájaros locos
Jorge Naparstek (1953)
gracias a Romina
http://esatibiezacolgadaenlaventana.blogspot.com/
miércoles, 12 de noviembre de 2008
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