Ama–Zonia 3.0 - Realidad Real


Esta antología es una muestra de lo realizado en el taller de poesía Pájaros Locos coordinado por Romina Freschi durante el año 2008.

Un taller implica una práctica constante, de escritura, de lectura y de discusión sobre la poesía y más que nada sobre nuestras vidas y aquello que, con la poesía, logramos llevar a la realidad para transformarla. En un mundo donde el intercambio redunda de virtualidad y ésta se nos impone como modo de relación, en el taller tratamos de trascender esas mediaciones y llegar, con la práctica, a una construcción original, propia, real. En el año 2008, la antología se presentó en la Gráfica Patricios, es decir, el taller se mudó a la fábrica y por unas horas nos propusimos encontrarnos con otros para mostrar nuestro trabajo y trabajar en conjunto.
Agradezco a todos y cada uno de los pájaros locos por su amor a la poesía, al programa Todos Al Amazonas y en especial a María Gutiérrez, la Gráfica Patricios, Mirella Musri (logo ilustrado), Juan Bracco, todos los participantes del festival, mi familia y claro, mi hija Luisa, la más real de mis inspiraciones en este momento.

Romina Freschi
mosquitodragon@tutopia.com
http://www.freschi.blogspot.com/


miércoles, 12 de noviembre de 2008

Joaquín Sánchez Mariño

Joaquín Sánchez Mariño
*

La Plaza

Uno de los pies
-el siniestro-
sobre el banco de cemento,
estirado todo,
la piel
la pierna
la columna.
Así se explica ella
-la vieja-
el paso de los años,
con ese dolor suave
que tiempo atrás no sentía.
Hace su ejercicio diario
y mira las palomas
(también la gente le pasa por delante
pero prefiere no mirarla).
La vieja
-coqueta ella-
siente que estirar en Plaza San Martín es elegante.

*
Jazz That
Tengo que dedicarme al whisky y aceptar que la vida non-santa es más emocionante,
recapitular las decisiones pro-moral y profesar en nuevo término
-en favor de mi fisiología-
mi filosofía defensora de indecencias.
Harto de mi parietal derecho y su “no debes”,
desboco mi costado insurrecto,
-mando al carajo a mi padre militar, a mi “padre-convicción”-
y se desencadena la verdadera vida sin cera que reina en mis piernas con pelos…
…y los pelos son realidades,
filamentos libres de cemento racional que van conforme va el viento.
Yo no soy de una generación golpeada,
salvaje,
lastimada…
Crecí en cuna de oro,
qué decir,
pero escucho a los dementes y les creo…
Yo pienso que sí,
que hay un mundo
viciado y sucio
metido dentro del mundo
(in-mundo)
contaminando al resto de la circunferencia terrestre.
Barbarie superpuesta con barbarie
Grasa ensangrentada
Y vacas sintiéndose asado
Y nenes bien que envidian la tragedia ajena
y quieren ser beat,
y dedicarse al whisky
y recapitular su pro-moral,
no moral,
no real.
Cuando alguien dice que esta vida es desgarradora, oscura y gris…
Yo pienso que sí…

*

Revelación

Y mientras me lavé los dientes floté,
la garganta se me fue para atrás
y los ojos se perdieron en el espacio que hubo entre las dos
/luces
-una era la luz y la otra el reflejo de la misma en el espejo-.
Duró un segundo o dos,
me fui hacia atrás del vidrio
pero no había cemento,
me fui sorteando el material,
llegando directo al infinito,
a la nada,
al círculo sin gravedad del planeta,
o tal vez haya sido al universo…
Quién sabe.
Mi mente lo vio todo
pero saber algo no siempre es saberlo todo el tiempo.
Estoy en calma sintiendo que floté,
basta no acordarse de algo
para asegurar que lo sabemos.
De otro modo no habría ese algo escurriéndose,
no habría nada
más que el silencio inhóspito de la ignorancia.




*

Filtración

Mi masaje de cerebro enfermo,
como látigos de hielo ardiente,
filtra imágenes de fuselaje,
y detrás la luminaria:
Petardo inamovible en pómulos,
Fiera perra luz de perversión,
Montículo incendiado,
Rayos del anti love.
Flashes fulgurantes de península.
Hay Tormenta de supuestas magias negras,
Hay Tempestad.
¡Qwerty al pasto!
¿Quién carajo grita?
Lentejuelas de mazmorra,
cuentos infantiles de siniestro perecer,
es todo el universo de estrambótico el sistema.
Estelar punto luz,
perro como lápidas de piedra o gárgolas,
como un llame ya en mascotas muertas.
Fuego como lumbre cargada del ayer,
tal cual puente de fósforos y ventanas de sombra.
Atravieso el movimiento y soy la flecha
que destroza infinitos puntos e infinitas casi metas.
Nunca hay objeto en mi collage de tiempos.


*Mecanicidad

Con un catalejo llego a mí,
a mi instancia primera,
con artefactos hechos de metal,
de funcionamiento mecánico,
de esos que hacen ruido al suceder
como testimoniando su existir.

A veces llego con un mapa,
de los que se rompen por lo viejo,
y si se aprieta con el índice y el pulgar se hace un polvo marrón,
con olor a mapa.

Otras con una pluma y un tintero.
Me basta con sentir el trazo
y el sonido de la palabra desplegándose en la hoja.
La tinta, que mancha, también escribe
y corta en dos la nada del espacio sideral que ocupa el color
/blanco.

Con teclas de máquina también me arrimo,
sólo al presionar con fuerza,
como estampando los significados esta vez,
perpetuando símbolos arcaicos que son la única manera de
/contarlo todo.

Yo me encuentro en lo oxidado,
en los mosquiteros rotos por mi culpa
porque les paso el tenedor
para escuchar ese sonido visceral de la existencia humana,
ese sonido a presencia que me dice:
El metal rige la historia,
cada uno de los elementos químicos buenos conductores de
/calor y electricidad,
con un brillo característico,
y sólidos a temperatura ordinaria.
El metal nada sería sin su sonido,
que es su modo de conquistar, su carisma
perturbador por momentos,
pero vitalicio.

Con un catalejo llego a mí,
y busco piezas, me considero reloj,
y con pinzas, si es de día, me reparo.
Y a la noche,
reparado,
siento ganas de comer en plato de metal,
como los platos de preso en donde la ración se tira de un
/movimiento,
y se desprende de un cucharón de metal.
Golpeo mi tenedor con el plato y como,
vuelvo a golpear y sigo,
conciliando el comer y la risa,
siendo feliz,
y ese sonido conmigo.

Con un catalejo llego a mí,
y una vez que me alcanzo,
la ingeniería es infinita.


*
Soneto o muerte

Morirse no supone sufrimiento,
la muerte es para aquel que queda vivo,
el que se va, lleva consigo alivio,
dejando al vivo todo el escarmiento.

La soledad deja, entonces, sin aliento
al familiar, al novio o al amigo
viendo a la muerte como al enemigo
queriendo ellos irse con el viento.

Nada importa que alguien te recuerde,
no hay sentido en ser hombre querido,
pues luego te odiarán, nadie lo entiende.

La que te amó te reza aunque igualmente
sembrar amor no salva del olvido.
Ignora ella que al recordarte, miente.


Más para leer en pájaros locos

Joaquín Sánchez Mariño (1985)
Un día, mientras estudiaba tecnicismos, descubrí que una palabra desubicada, una palabra bastarda, era suficiente para hacer de ese documento legal algo interesante. Y entonces descubrì la poesía.
elmovimientodelasombra.blogspot.com

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